Es el remedio para los extremos de energía mental, que se manifiesta en
hiperesfuerzos, "stress" y tensión. Es para las personas que se fuerzan a sí
mismas, por voluntad pura, a hacer cosas que están más allá de su fuerza
física; viven "a fuerza de nervios" y el resultado es agotamiento físico,
enfermedad y "surmenage". Sustentan opiniones e ideas que difícilmente
cambian, y que quieren imponer a los demás. Hay entre ellos los fanáticos,
reformadores o los mártires por una causa; tienen gran coraje y enfrentan
cualquier peligro para defender sus principios. Son, en general, rápidos al
hablar y en sus movimientos, y flacos; muy tensos, se irritan cuando no pueden
llevar a cabo lo que quieren. Si ven que no van lo suficientemente rápido,
pueden ser llevados a hacer aún mayores esfuerzos. Nunca pueden relajarse, lo
que los agota; hay un mal uso de la energía, que los priva de vitalidad,
disminuyendo su resistencia a la enfermedad. Dice Bach: "Este remedio nos
enseña que es por ser más bien que por hacer, que las grandes cosas son
cumplidas".