La circunstancia de que este parásito intestinal puede provocar en el hombre un cuadro de anemia perniciosa, indujo a W. Gutman a utilizarlo como medicamento en un caso de esta enfermedad. Administró repetidas veces dosis de la potencia 200ª, observando, cada vez que lo hacía, incrementos de los hematíes entre 300.000 a 460.000 a las 2 a 6 semanas de cada prescripción, con desaparición de la debilidad, de las parestesias y del ardor lingual; estas mejorías persistían por seis meses a un año, o más.