** 1 Ansiedad con miedo, que mejora acostado; se queda obstinadamente acostado en su cama y no quiere salir, porque se siente deprimido y débil. Tristeza con malhumor. Taciturno y concentrado en sí mismo. No lo alegra la música vivaz, pero lo afecta enseguida la triste. Abstraído, caviloso. Aturdido. Su frente se arruga por cualquier pequeñez. Cuando más va de un lado a otro, más ansiedad.
GENERALES
*** 3 Peor: por el frío, por el tiempo húmedo, por los cambios de tiempo, antes de las tormentas, acostado en colchón de plumas, de noche, doblándose hacia atrás, por el movimiento, riendo, hablando, caminando, después de comer. Mejor: acostado, doblándose, al aire libre, comiendo y al tragar.
*** 4 Dolores óseos, los huesos están muy sensibles al tacto (más en los miembros inferiores); con manchas rojas y elevadas en la piel, muy dolorosos. Inflamaciones de huesos y articulaciones con dolores nocturnos intolerables peor por frío y movimiento. Al tocar cualquier parte del cuerpo, la siente extremada mente dolorida, como ulcerada. Periostitis con supuración y necrosis. Dolores óseos profundos, peor caminando. Supuración de la piel periarticular. Dolores gotosos o reumáticos, erráticos, en diagonal. Dolores de crecimiento.
*** 5 Parálisis, que comienzan en los miembros inferiores y ascienden, con alteraciones de la palabra. Paraplejías. Parálisis por degeneración o atrofía de los cordones anteriores de la médula; a veces con atrofia muscular progresiva. Parálisis con tendencia a correr o irse hacia adelante si trata de caminar. Enfermedad de Parkinson. Enfermedad de Wilson. Camina muy inestable y vacilante, apoyando sobre la articulación metatarso falángica, con tendencia a caer hacia adelante. No puede caminar algo inclinado hacia atrás, porque se cae. Hiperreflexia tendinosa.
** 6 Anemia; jovencitas anémicas con tuberculosis inminente. Anemia perniciosa.
PARTICULARES
** 9 Dolores en los oídos que vienen de otras partes, parecen concentrarse allí; o se extienden a la garganta, ojos o dientes u otros sitios. Otalgia aguda al hablar, tragar, reír o caminar. Sordera o hipoacusía, peor por tiempo húmedo y frío o por cambios de tiempo, mejor al sonarse. Zumbidos y ruidos en los oídos, detonaciones al sonarse o tragar y crujidos al bostezar; silbidos. Prurito en el oído que lo obliga a introducir el dedo a cada rato; peor al tragar.
** 13 Odontalgias violentas que pasan rápidamente a otros sitios, sobre todo a la garganta y al oído; peor por contacto con algo frío o sentado erguido; con midriasis, inquietud y postración, debe acostarse.
*** 21 Constricción laríngea. Ronquera constante, obstinada, peor de mañana y al anochecer, y sobre todo por el frío húmedo y al aire libre; mejor fumando. Es un gran medicamento de locutores y cantores, que enronquecen por abuso de la voz. Ronquera durante un coriza. Laringitis a repetición, que finaliza en una tuberculosis laríngea. Puntadas en la laringe al tragar, que se extienden al oido. Tos seca sin expectoración, peor en tiempo húmedo yfrío, al leer o hablar en voz alta o mucho tiempo, o por rascarse el conducto auditivo; mejor acostado y a mediodía, y más aún acostado de espaldas. Sensación de laringe cerrada, con carraspera. Copiosa expectoración matinal amarillo verdosa, casi sin tos. Hemóptisis. Calor en el pecho. Dolores en el tórax superior al agacharse. Latidos en el tórax.
** 24 Dolores desgarrantes desde el hombro hasta los dedos; o como si se hubiera luxado el hombro. Dolores articulares y óseos. Tensión en codo y carpo, como si los tendones fueran cortos; en las manos. Inflamación y ulceración en el meñique. Fisuras en los pliegues de las articulaciones de los dedos. Sudores en las piernas. Dolores en muslos; en las rodillas, con debilidad y temblor. Ardor en la planta de los pies. Excoriaciones entre los dedos de los pies. Tobillos muy flojos en niños, que casi no pueden caminar. Dolores reumáticos y gotosos. Reumatismo articular, sobre todo en las pequeñas articulaciones. Parálisis. Calambres en las pantorrillas. Sacudidas musculares. Dolores periósticos en la tibia.
** 27 Excoriaciones, grietas o erupciones (psoriasis, eczema) y prurito en los pliegues articulares. Ardor en toda la piel, al anochecer y al levantarse de la cama. La piel tarda en curar; cualquier herida tiende a ulcerarse. Prurito voluptuoso, mejor rascándose; en la tibia y hueco poplíteo. Ulceraciones crónicas, profundas con bordes azulados o púrpuras, con dolores agudos peor de noche, generalmente cerca de una articulación. Prurito con placas elevadas, rojas y muy dolorosas, periarticulares. Eczema crónico. Pitiriasis. Eritema nudoso. Prurito en sitios que transpiran; peor por los sudores.