Se utiliza en los trastornos que siguen a la extirpación de los ovarios, en los trastornos de la menopausia (incluyendo alteraciones cutáneas como el acné
rosácea y prurigo) y en quistes de ovarios, generalmente "en bajas
trituraciones" (Clarke). Bergeret afirma que es útil en fibromas (a la 6ª), en
pólipos uterinos y en la esterilidad (2 a 3 veces por semana). Parece ser un
síntoma clave la mejoría durante o enseguida después de la menstruación.